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Tradiciones funerarias alrededor del mundo, cómo se despide a los seres queridos en otras culturas

La muerte es, sin duda, la experiencia humana más universal. Sin embargo, la forma en que el mundo se despide de sus seres queridos está marcada por una diversidad cultural asombrosa. Las tradiciones funerarias actúan como un espejo de las creencias, el arte y la relación que cada pueblo tiene con la vida después de la muerte. Lo que para algunas culturas es un momento de luto silencioso, para otras es una explosión de color y celebración.

Explorar estas tradiciones funerarias alrededor del mundo no solo nos enseña sobre geografía y antropología, sino que nos invita a reflexionar sobre nuestro propio concepto de la pérdida y el honor. A continuación, viajaremos por los rituales funerarios más singulares del planeta, analizando quién asume la responsabilidad de la despedida: la comunidad o la funeraria moderna.

 

Rituales funerarios únicos de diferentes países y culturas

Las diferencias en los rituales funerarios demuestran que, aunque el dolor es universal, la manera de honrar a los difuntos no lo es. Estos rituales funerarios únicos reflejan a menudo creencias profundas sobre el destino del alma y el camino hacia el más allá.

1. Los Ataúdes de Fantasía de Ghana

En Ghana, particularmente entre la etnia Ga, las tradiciones funerarias son un asunto de celebración y arte. Los ataúdes no son meros contenedores, sino elaboradas esculturas que representan la profesión, el estatus o un momento importante de la vida del difunto. Un pescador podría ser enterrado en un ataúd con forma de pez gigante, mientras que un agricultor podría descansar en un maíz o un pimiento. Este ritual transforma el entierro en una fiesta que celebra la vida del difunto.

2. El Luto Largo de Toraja, Indonesia

En las culturas Torajan de Indonesia, la muerte no es un evento único, sino un largo proceso. Los miembros de la familia pueden vivir con el cuerpo de su ser querido —preservado y tratado— en la casa durante meses o incluso años, mientras ahorran para un funeral masivo y complejo. Este tiempo, conocido como Ma’nene, permite a la familia seguir interactuando con el cuerpo del difunto antes de la gran ceremonia final, donde se realiza el entierro en cuevas o acantilados.

3. El Entierro Celestial del Tíbet

Una de las tradiciones funerarias más impactantes se encuentra en el Tíbet. Dada la geografía montañosa y la falta de tierra y madera, muchos budistas tibetanos practican el Jhator, o «entierro celestial». Este ritual funerario consiste en dejar el cuerpo en un lugar alto para que sea consumido por buitres. Para la cultura tibetana, esto es un acto de generosidad que devuelve la carne a la naturaleza, liberando el espíritu para que continúe su ciclo de reencarnación.

 

El papel de la funeraria: ¿Quién se encarga de la despedida en otras culturas?

En gran parte del mundo occidental, la gestión de la muerte es una tarea profesional y delegada. Al morir un ser querido, la funeraria se convierte en la entidad central: se encarga de la documentación, la recogida del cuerpo, el embalsamamiento, la preparación de la sala de velatorio (el tanatorio) y la logística del entierro o la cremación. La funeraria asume la carga logística, permitiendo a la familia centrarse en el duelo.

Sin embargo, en muchas otras culturas, esta profesionalización es inexistente o mínima, y la responsabilidad de la despedida recae firmemente en la familia y la comunidad. El contraste es notable:

La Responsabilidad Comunitaria

En muchas culturas de África y Asia rural, la preparación del cuerpo, el velatorio y la excavación de la tumba es una labor colectiva y de fe.

  • Preparación del Cuerpo: A menudo son las mujeres de la familia quienes se encargan de lavar, vestir y amortajar al difunto, un acto de amor y último servicio.
  • Vigilancia y Duelo: El velatorio puede durar varios días y es un evento comunitario en el que todos participan activamente, ofreciendo comida y apoyo. No hay un «servicio 24h» externalizado; el duelo es continuo y compartido.
  • Logística: La comunidad organiza la procesión y el entierro, asumiendo roles que en un contexto occidental realizaría la funeraria, desde el transporte hasta la gestión del cementerio.

La Funeraria como Modernidad

La aparición de la funeraria moderna y el tanatorio ha simplificado drásticamente el proceso de duelo en las sociedades industrializadas. La funeraria es esencial para navegar por las complejidades legales y sanitarias del siglo XXI. En un mundo donde la vida es más rápida y las familias están más dispersas, la delegación de la logística a un profesional se ha convertido en una necesidad.

No obstante, esta externalización ha cambiado la naturaleza de la despedida, haciéndola menos comunitaria y más estructurada. Al comparar la logística moderna de una funeraria con el esfuerzo comunal de otras culturas, se evidencia que el último adiós puede ser tanto un servicio especializado como un profundo acto de cultura y pertenencia.

Las tradiciones funerarias son un recordatorio de que, si bien la muerte nos iguala a todos, nuestra forma de honrarla nos distingue. Ya sea mediante un ritual ancestral o a través de los servicios de una funeraria, el objetivo final es el mismo: garantizar que la memoria del ser querido sea preservada con el máximo respeto.